Antonio García: “A.U.N son paramilitares articulados al plan contrainsurgente en el pacífico nariñense”.
Tras denunciar la existencia de las AUN, Autodefensas Unidas de Nariño, el jefe máximo del ELN, Antonio García, afirma que hay un plan contrainsurgente en el pacífico de ese departamento orquestado desde la Casa de Nariño y con apoyo de la DEA de los Estados Unidos.
García dice, sin mencionar a los Comuneros del Sur que “la banda de HH se desmovilizó, y supuestamente se desarmó, pero es suficientemente conocido que entregaron las armas más deterioradas y las de mejor calidad terminaron en manos de las Autodefensas Unidas de Nariño (AUN), paramilitares articulados al plan contrainsurgente en el Pacífico nariñense creadas con anterioridad por HH”.
Todos los procesos actuales de “negociación de paz” del Gobierno se realizan con traquetos, narcos y paramilitares, por tanto no es casual el insistente afán del Presidente por difamar del ELN para convencer a medio mundo, a punta de mentiras, que el ELN también está comprometido con el narcotráfico; pero nadie ha podido mostrar prueba alguna, solo son mentiras por cuanto el ELN nada tiene que ver con ese negocio, sostiene Antonio García.
Ante los anuncios de la gran prensa y de los mismos voceros del gobierno de Petro en el sentido de que hay “fracturas” en el Ejército de Liberación Nacional ELN, en especial en la dirección conocida como COCE o comando central, el comandante insurgente ha dicho en documento hecho público hace dos días que HH es un “agente encubierto, colocado en otro plan, donde además de protegerlo, el Estado lo activa en un supuesto plan de paz con desmovilización a bordo, un verdadero “exprés” y de paso hacer creer que en el ELN había fracturas”.
Antonio García, por quien el gobierno de Petro ofrece millonarias recompensas por su cabeza, afirma que lo que hay es un plan de infiltración del ELN “macabro, con envenenamientos de mandos del ELN incluidos”.
Y se pregunta si ¿Acaso no es violación del DIH?, en medio de una Mesa de diálogos funcionando. Perfectamente se puede decir que estábamos ante operaciones de inteligencia contra el ELN, con el propósito de hacer colapsar el proceso de paz. La delegación del Gobierno no escuchó, mejor dicho, dejó que el plan siguiera adelante, puntualiza.
Así las cosas, el suroccidente sigue enfrentando las arremetidas paramilitares denunciadas hace más de tres década en el territorio y que como se ha dicho también, las arremetidas paramilitares siguen haciendo parte de la comprobada estrategia del Estado de las cuales se sabe que sus responsables directos son el establecimiento colombiano, la casa de Nariño y la agencia estadounidense antidrogas DEA.
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